Dirigentes de Anthoc Bolívar fueron nuevamente amenazados con pasquines y llamadas telefónicas. “Se cree que todo aquel que desarrolle sindicalismo está vinculado con alguna actividad de terrorismo y no es así. El sindicalista es una persona que reclama sus derechos”.


Las palabras son del presidente de Anthoc nacional, Héctor Alvis. “Hemos hecho denuncias ante los organismos competentes del Estado pero no hay los resultados satisfactorios que demuestren la captura y la disposición de este tipo de personas que se dedican a hacernos estos señalamientos y estas amenazas que son cada vez son más recurrentes”, manifestó. 

Apenas en noviembre del año pasado, llegó un sobre dirigido personalmente a Héctor Alvis, pero extensivo a las subdirectivas de Anthoc en Bolívar, Atlántico y Tolima. Luego, aparecieron nuevos mensajes de muerte a sindicalistas en estos departamentos y en Córdoba, La Guajira y Magdalena. “Uno se asusta ante este tipo de situaciones”, dice Alvis.

Sin siquiera investigaciones es difícil determinar quiénes están detrás de estos hostigamientos. Cabe mencionar que a nivel nacional Anthoc ha presentado denuncias por prevaricato a algunos funcionarios. Gerentes, gobernadores y alcaldes no acatan las sentencias de la corte que los obligan a vincular en las plantas de personal a los empleados que desempeñan actividades permanentes. Por el contrario, mantienen los contratos con OPS, la deslaborización y la tercerización. También es conocida la estrecha relación entre administraciones de salud y paramilitarismo.

Por su parte, la organización sindical se encuentra actualizando el censo de amenazados y desplazados para cuantificar el daño material y moral del que han sido víctimas los trabajadores de la salud.

Ante la falta de movimiento en Colombia, ha acudido ante la Corte Penal internacional, la OIT y demás organismos de carácter internacional, para difundir esta problemática y que otros Estados puedan ayudar a defender los derechos humanos en Colombia.

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